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lunes, 30 de julio de 2018

¿POR QUÉ EXISTE LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL? PARTE II


¿HASTA CUÁNDO SEGUIREMOS EN TANTA IGNORANCIA?

           Hasta el momento no se conoce pueblo o nación alguna que dentro del contenido de sus normas constitucionales que rigen el derecho a la educación, hayan consignado en sus Leyes o Reglamentos, la necesidad de un programa que promueva, por ejemplo, el estudio de la Ley  de Dualismo para el Despertar de la Conciencia. Vivimos sin auto consciencia, ciegos y por ello la corrupción y el caos del individuo y la sociedad.

¿QUÉ SABEMOS DE LA ÉTICA Y COMO SE RELACIONA CON EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA?

            Para enseñanzas de ética elevada, no hay espacio en nuestros diarios y televisión, ni en los colegios, universidades  o templos;  las pocas escuelas que brindan el conocimiento para la regeneración de los valores del Alma y el cumplimiento de las LEYES SUPERIORES, como la Gnosis,  son escasas y difamadas. Entre el divorcio de  Filosofía, Religión y Ciencia reina el pesimismo y la inercia.

              La Iglesia de hoy cataloga los pecados, los hay mortales y veniales, de pensamiento, palabra, obra y de omisión;  donde  los hombres son señalados, condenados o absueltos, pero nunca se comprende el porqué de estos delitos, ni se toma en cuenta que son un reflejo de nuestra caótica mente. Las autoridades políticas inconscientes también condenan y apañan los delitos con un sistema judicial tardío e incoherente, usando la justicia como escudo de sus actos corruptos y egoístas. ¿Y nadie se pregunta el por qué? ¿Hacia dónde nos lleva este sistema?  Ciertamente a la degradación y degeneración.

              En filosofía,  la ética nos ayuda a establecer un código de conducta digno, basado en leyes eternas y universales, que trascienden a la moral de los tiempos y falsas virtudes. El comportamiento ético nos encamina al despertar de la conciencia, que rige los valores eternos o cualidades del Alma Humana.

              La ética esotérica sabe bien que cada plano o espacio  tiene su propia noción de lo justo y lo injusto. En el plano físico, esta noción es la fuerza; en el astral, la belleza; en el mental,  el discernimiento; y en el plano espiritual, la verdad. Es por esta razón que ninguna ética existe más que en términos de valor espiritual; todo el resto es meramente transitorio.

              Ahora es evidente que necesitamos otro tipo de formación o educación (ética, psicológica), que nos ayude a salir de lo meramente físico hacia planos superiores de conciencia, para experimentar lo que es dignidad y cómo se relaciona esta con la autoridad.

           La palabra Autoridad viene del latín autoritas: que significa dignidad, fuerza, poder, en virtud de determinadas cualidades y méritos. La pregunta se hace  evidente: ¿Quién goza de dignidad, fuerza y poder? ¿Cuáles son los méritos y cualidades que poseemos como autoridad o que poseen nuestras autoridades?


¿QUÉ CLASE DE AUTORIDADES TENEMOS?

           Las autoridades de estos tiempos críticos en que vivimos son inconscientes y es claro que debido a este hecho psicológico, esclavizan, encadenan, abusan y causan dolor. Desgraciadamente no podemos quejarnos, nosotros mismos elegimos creer sus promesas sin analizar, sin cuestionar, seguimos la ruta del menor esfuerzo cometiendo el error de elegir a los peores Gobernantes.

            Cuando un político, economista, líder de la iglesia, periodista, o cualquiera está diciéndonos “qué pensar” vale la pena hacerse esta pregunta: ¿Quién se beneficia de que crea lo que están pidiéndome que crea?  La respuesta lo llevara invariablemente, a la búsqueda de la  verdadera razón, oculta tras ese reportaje o esa manifestación.

              ¿Cuántas personas hoy en día se dejan llevar por ideas ajenas? ¿Cuántas personas se dejan llevar por ilusiones de promesas electorales que supuestamente solucionaran sus problemas? Y ¿Cuántas personas ejercen su derecho a elegir representantes con responsabilidad?   Para ello necesita contar con cualidades, necesita investigar, aclarar dudas, discernir.

        Debemos estar alertas, observar, conocer, entender y comprender las propuestas de los personajes políticos,  para no dejarnos engañar más por su codicia, astucia y retórica.

           Debemos elegir al político que se esfuerce por lograr una conducta recta, al hombre del recto pensar, del recto  sentir, y del recto obrar. Debemos elegir al hombre que realmente este corrigiendo sus errores, como dijo el Maestro Jesús: "POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS" conocer cómo se comporta en su familia, en su trabajo, como  amigo y en sus responsabilidades como ciudadano. Es un absurdo darles el poder a  farsantes, llenos de antecedentes delictivos, acciones deshonestas, que realizan bonitos discursos y lindas promesas.


fin de la segunda parte...


INSTITUTO GNÓSTICO DE INVESTIGACIÓN - IGI 




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