Tomado de prólogo del Libro Número 02: "APUNTES SECRETOS DE UN GURU" del V.M. SAMAEL AUN WEOR
Se ha vuelto muy común encontrar por estos tiempos, "maestros y mahatmas" por doquier, a estas alturas del siglo XXI, gente supuestamente esotérica, que aun, habiendo sido "discípulos" del V.M. Samael y no habiendo disuelto el Ego, se creen "dragones de sabiduría" y en modo alguno esta preparados para recibir los desideratos cósmicos o mensajes trascendentales del Ser.
Extrañamente fundan nuevas escuelas y se mueven de un país a otro, con promesas halagadoras y realmente no tienen en el fondo más objetivos que los portamonedas de los incautos de cada país que visitan y esto, tan solo por haber vivido cerca a los Maestros...
Es necesario saber en primer lugar que este mundo, en el que nos movemos, está regido por la Ley de los Contrastes, por tanto no debe sorprendernos encontrar oportunistas entregando enseñanzas desordenadas desequilibradas y contradictorias, entre una escuela y otras.
Aquel que alcanza la altura de un instructor iluminado,se distingue por su modestia y sencillez, un Maestro jamás diría que lo es, antes procuraría pasar desapercibido por donde quiera que circule, no intentaría jamas engreírse con títulos rimbombantes,ni publicarse a los cuatro vientos.
En verdad, un verdadero Maestro se distingue por su humildad, pasa anónimo y desconocido por todas partes, es sencillo en el sentido mas completo de la palabra.
Un verdadero Maestro de Luz, jamás se colgaría de la doctrina de otro Maestro, porque cada Maestro se distingue como tal, porque trae y enseña su propia doctrina. Desgraciadamente los aspirantes dormidos, cuando no, codician poderes a bajo precio y fácilmente no solo se entregan, sino se hacen sus eternos seguidores, ignorando que todo espacio tiene un orden, principios y leyes.
Los santurrones que suelen hablar del amor y lo repiten como si supieran amar, no se conocen a sí mismos, jamás han estudiado el cuerpo de doctrina y sus más infinitas variedades de aromas y matices, hoy, por donde quiera aparecen innumerables impostores fingiéndose "maestros" y hasta "avataras".
Todos ellos asumen poses pietistas y pronuncian las más elocuentes conferencias, que centenares de mentecatos aplauden llenos de loco frenesí. Esos son los espiritualistas del siglo XXI, aunque usted no lo crea, lo profetizó el propio Maestro Samael Aun Weor.
El Editor
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