La crueldad es sinónimo de destrucción,
esta se da hacia sí mismo y también hacia los demás, la vemos en las familias, en las parejas,
al subir a un transporte público y al entrar en una iglesia, es producto de una
vida inconsciente, es importante observar que la crueldad se da en variados y
diferentes espacios fundamentada en la falta de valores éticos y una verdadera
ausencia de educación para el Alma. La insatisfacción de bajos deseos, que al
no ser cubiertos o alcanzados son sustituidos por una expresión o actos destructivos
en aras de compensar el deseo insatisfecho.
Todo acto de crueldad implica odio
a los demás y muy especialmente odio a sí mismo, todo acto de crueldad implica
crueldad hacia sí mismo. Crueldad y odio que no puede ser visto, ni combatido
por su autor, simplemente porque le falta conciencia. Enfatizamos que la
educación tridimensional que recibimos no enseña a revalorizar y ampliar la
conciencia.
La generosidad y simpatía aportan calor, la crueldad y la incapacidad
para ponerse en el lugar del otro aportan frío para el Alma. Así como existen
leyes que rigen la congelación del agua, también existen leyes que rigen la
congelación de la conciencia humana. Se aplica una misma ley: si no hay
reflexión hemos de seguir enfriándonos.
Algunas veces decimos que tal persona es muy fría:
en ella no hay calor; se vuelve dura como una piedra, incapaz de fluir, cerrada
por todas partes, el ego es así, como el hielo sólido, pero el amor es como el
agua, líquida, fluida. Para entenderlo
mejor recordemos a los niños:
Un niño es
capaz de ayudar a quien sea. Un niño nace para amarlo todo, un niño es
generoso, colaborador, irradia simpatía y ternura, pero esas capacidades van
mermando en la medida que el niño comienza a morir y se forma un joven adulto
en el que lamentablemente se ha atrofiado la capacidad de amar. ¿Por qué sucede
esto?
Nuestra educación se basa en el egoísmo y en el
miedo, en lo mío y en lo tuyo; se ha tomado como fin en la vida el éxito
personal y la satisfacción de nuestros deseos y nos hemos olvidado de que nos
encontramos interconectados, correlacionados como humanidad, que existe mucho
más que esta vida física que no alcanzamos a percibir en su totalidad. (fin de la primera parte)
INSTITUTO GNÓSTICO DE INVESTIGACIÓN - IGI
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